Skip to main content

Liderazgo: ¿autoridad o simple mando?

27 Noviembre 2025

 

En muchos equipos todavía se cree que liderar es mandar. Que quien más alza la voz, decide rápido y logra que su parecer se cumpla ya sea por persuasión o por imposición es el verdadero líder. Y claro, durante un tiempo puede funcionar: se obtienen resultados, se mantiene el orden, incluso se ganan algunos aplausos. Pero tarde o temprano aparece la pregunta que incomoda:

¿Eso es liderazgo… o solo gestión del miedo?

Romano Guardini, uno de los pensadores más lúcidos sobre el poder y la libertad, decía que la autoridad auténtica no se impone, se reconoce. Nace de quien sirve un propósito, no de quien lo usa para afirmarse. De quien acompaña una obra, más que de quien se la apropia. En su raíz más profunda, autoridad viene de autor: alguien que impulsa, que da origen, que ayuda a otros a crecer, incluso si eso implica hacerse a un lado.

 Entonces, la pregunta cambia: ¿Qué tipo de líder quiero ser?, ¿El que impone para controlar o el que inspira para liberar? ¿El que usa el poder como imposición o el que lo entiende como servicio para que otros decidan en libertad?

Guardini advertía que el poder sin sentido de servicio termina destruyendo lo que toca y lo vemos todos los días: equipos agotados, creatividad reprimida, relaciones frágiles.

El verdadero liderazgo no busca seguidores: forma personas libres, capaces de discernir, crear y actuar por convicción. Sí, es un camino más largo. No siempre el más rentable a corto plazo. Pero es el único que construye confianza, cultura y propósito. Porque al final, el liderazgo no se mide por cuántos obedecen, sino por cuántos crecen a tu lado.

“El poder auténtico es humilde, porque sirve a algo que lo trasciende.” Romano Guardini